Todo empieza recortando redondas con varios diámetros con un plotter de corte. Seguidamente se plasma sobre papel un croquis con las líneas principales del retrato, que servirá de guía del fondo transparente de policarbonato celular. Y se irán pegando miles de puntos de vinilo adhesivo gris transparente de un solo tono que se oscurecen a medida que se van superponiendo, y se unen de forma aparentemente desordenada pero metódicamente colocados. Cuando el espectador se aleja de la obra, revela los detalles y matices en su conjunto. Todo comienza a partir de una fotografía, y la obra culmina tras varias semanas de trabajo en un retrato auténtico y único.
Todo surgió de forma casual, cuando manipulaba el vinilo adhesivo, y comprobé que al superponerlos daba una variedad de tonos.
Y me propuse el reto de crear retratos figurativos a gran escala sin utlizar pintura.
Y después de mucho tiempo explorando y experimentando, surge una técnica sorprendente, inédita y contemporánea.